A PEÑÓN FIJO


  A PEÑÓN FIJO

Dicen que el tiempo puede cambiar a las personas, su modo de pensar y sus actos; sin embargo, los ingleses tienen el privilegio de permanecer al margen del espacio y del tiempo sin que las consecuencias les alcancen.

El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte –tan largo es su nombre como su contradictoria historia- ha sido uno de los países más poderosos del mundo, y toda su grandeza la ha conseguido a base de sangre, sudor y lágrimas; por supuesto, no las suyas, sino la de sus colonos. El que, en un principio, era un reino desquebrajado, pobre y lleno de enfermedades, se convirtió en la primera potencia mundial con la famosa Revolución Industrial, sin contar con su expansión por todos los continentes, cuyo máximo apogeo fue durante el siglo XIX.
Antes hablaba de la historia de Gran Bretaña como contradictoria sin equivocarme: Este país fue uno de los primeros en luchar por la libertad de los esclavos, pero, a la hora de la verdad, ha sido uno de las potencias esclavistas más grandes. Por otro lado, también ha sido pionero en la defensa de la libertad y los derechos humanos, asunto que olvidaba en cuanto ponía sus pies en un territorio que le interesaba; a su vez, castigó la expansión imperial alemana, causante de la Segunda Guerra Mundial, pero, por alguna extraña razón, su imperialismo estaba totalmente justificado.

Por supuesto, Gran Bretaña no ha sido la única en controlar y sobreexplotar los recursos de extensos territorios repartidos por todo el mundo. España también tuvo un gran imperio, un imperio sin noche, aunque con alguna que otra tiniebla, pues he de reconocer que los españoles también hemos dejado nuestra asoladora huella allá por donde pasábamos; sin embargo, hay algo que nos diferencia de los ingleses: si España hiciera lo que quisiese, sin límites, como Inglaterra, nos pararían los pies sin dudarlo, pero al tratarse del “niño mimado”, todo le es permitido.
Al igual que Inglaterra y España, hay una larga lista de países que han hecho, hacen, y, por desgracia, harán lo mismo, o cosas más crueles, por su prosperidad, a cambio del bien de los demás. Entre los que aparecen en esa lista, destaca, con mucha diferencia, Estados Unidos, quien ha intentado controlar el mundo a base de su vanidosa y natural predisposición por intervenir en guerras para evitar que otros controlaran lo que él quería –de tal palo tal astilla-. Finalmente, lo ha conseguido.
Pero, no se me puede olvidar hablar de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), cuya misión es la de velar por la seguridad y la paz mundial –algo que me recuerda a la Sociedad de Naciones, organismo que desapareció por el fracaso de sus responsabilidades y la falta de igualdad de poder que tenían los diferentes países dentro del organismo-. Por el momento, la ONU ha durado más tiempo que su antecesor, aunque sigue habiendo mucha desigualdad en el organismo, y los conflictos entre países siguen siendo un problema desestabilizador del organismo.
Entre las competencias que tiene la ONU, se encuentra la descolonización, iniciada tras la Segunda Guerra Mundial, de la cuál se encarga el Comité de Descolonización. En la actualidad, quedan 17 territorios por descolonizar, 10 de ellos bajo soberanía inglesa. Por el momento, no creo que esos territorios adquieran autonomía de decisión, y menos aún si la mayor parte pertenecen a la privilegiada Albión. Entre estos territorios destacan, por su histórica tensión, las Islas Malvinas y el Peñón de Gibraltar, convirtiéndose en las “Joyas de la Corona”.

La tensión en las Islas Malvinas, reclamadas por Argentina, causó en 1982 la Guerra de las Malvinas, conflicto que a penas duró tres meses, pero que provocó centenares de muertos y miles de heridos. Tras la rendición de Argentina, Reino Unido recuperó su soberanía sobre las islas, y la ONU sigue sin decidir qué país debe tener el mando del territorio.
Por otra parte, se encuentra el Peñón de Gibraltar, territorio que España cedió a Reino Unido por el Tratado de Utrecht (1713) para alcanzar la paz por la Guerra de Sucesión Española (1701-1713). La tensión por este territorio ha estado presente desde la firma del Tratado; sin embargo, en los últimos meses ha adquirido mayor fuerza, coincidiendo con el 300 aniversario de la firma del tratado.
Algún día, con paciencia y tranquilidad, podría llegar a entender que, tres siglos después, Inglaterra, y otras muchas potencias, siga poseyendo colonias a lo largo y ancho del planeta, pero si el tiempo no logra borrar las posesiones territoriales de un país, tampoco debería borrar las firmas que llevaron a este país a controlar a un territorio y a sus gentes, sólo porque un sacrebleu se creyera testaferro del pueblo. Sin embargo, este contrato que se firmó hace trescientos años, al parecer, ha perdido su valor, pero no su legitimidad, pues Inglaterra sigue controlando el territorio a pesar de que está vulnerando los acuerdos del Tratado de Utrecht. El más importante, y por el que ha aumentado la tensión estos últimos meses es el artículo X. En él, se otorga a Gran Bretaña "la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortaleza que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno". Es decir, a Inglaterra se le concedió la soberanía del peñón, la ciudad y el puerto, pero estableciendo unos límites, tanto marítimos como terrestres. Estos límites pactados se han vulnerado, ya que los gibraltareños han lanzado bloques de hormigón al mar, aumentando el arrecife y perjudicando a los pescadores españoles de La Línea de la Concepción y Algeciras. Además, Gibraltar pretende construir en un espigón, con el que gana más terreno, un complejo turístico, infringiendo, nuevamente y por completo, el artículo X del Tratado de Utrecht.

No voy a opinar si Gibraltar es un patio de recreo, a pesar de que Inglaterra me recuerda al típico abusón que quita sin saber, por la ley del más fuerte, debido a que su lema es “culo veo, culo quiero”, y, por supuesto, no sabe para qué sirve ese culo, sólo lo quiere por ambición e inmadurez; un paraíso fiscal, del que buen hogar habrán hecho más de un político que yo me sé; o una tabacalera, al más puro estilo andorrano; lo que sí voy a juzgar es la falta de coherencia que tienen estos países a la hora de defender los términos “libertad”, “justicia” y “derechos”, porque sigo sin entender cómo es posible que, en pleno siglo XXI, aún existan territorios donde la gente siga bajo el control de un país cuyas palabras y actos son totalmente incompatibles.

Estas palabras no significan nada frente a la ambición y el egoísmo; sin embargo, las palabras son más valiosas que todo el oro y el poder que se puedan alcanzar. Tanto es así que en el momento en el que España más perdía, a su vez, más conseguía, porque cuando el sol de España empezaba a eclipsarse, el ingenio de la lengua castellana brillaba como nunca antes lo había hecho, y bien consiguió un siglo de perpetuo oro.
Así pues, al hablar de Inglaterra y de sus colonias, no puedo evitar recordar estas breves pero inmortales palabras: << ¡Ser o no ser, he ahí la cuestión!>>.

PARA MÁS INRI...


PARA MÁS INRI…
Se aprobó. La nueva ley educativa, tan conocida como enervante, entró en vigor hace poco menos de un mes y ya ha puesto en jaque otro de los “altares” del Partido Popular (el término de altar me parece correcto en el sentido de sacrificio, y no de adoración). La ley a la que hago referencia, por si alguien no la conoce, es la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, también conocida como “Ley Wert” (no sé cuál de los dos términos irrita más, si el irónico o el alias).
Como todo contrato con el diablo tiene una letra pequeña, que, aprovechando la falta de conocimiento, no se nos permitió leer, esta ley no podía ser menos, y su aprobación ha supuesto la entrega de nuestra arma más poderosa en concepto de diezmos y primicias. Y los términos que se imponen, a base de fuego (un fuego que nunca nacerá en nuestras cabezas, sino en nuestras calles), son los siguientes (perdonad si me salto los tecnicismos y voy al grano que los impopulares pretenden evitar):
  •      Reválidas: Cada alumno tendrá que hacer un examen al finalizar Primaria, ESO y Bachillerato para pasar de grado. A su vez, se sustituye la selectividad por uno de estos exámenes. Pero esto no es tan sencillo como parece, pues si, durante la ESO o Bachillerato, se suspende uno de estos exámenes no se podrá pasar de curso; aún más, si el alumno suspendiera la prueba que se realiza a final de Bachillerato no pasará a la universidad sino que, si lo elige, irá a Formación Profesional. A esta elección se le suma la que los alumnos que finalizan la ESO deberán realizar para estudiar Bachillerato o Formación Profesional.
  •     Subvención estatal de los colegios privados catalanes: Con esta medida el Estado pretende ayudar a aquellos alumnos catalanes que quieran estudiar castellano y no puedan hacerlo en colegios públicos. Es una medida muy criticada por el alto contenido en contra de las lenguas autónomas y por la falta de ley, tanto que presumen de ella, que tiene el recorte sin precedentes que se realiza en la educación pública mientras se aporta dinero público a escuelas privadas.
  •    Las “asignaturas troncales” y las “asignaturas opcionales”: El Estado controlará el establecimiento de las “asignaturas troncales”, también denominadas como obligatorias. Estas asignaturas varían en cuanto al grado educativo. Así, en Primaria son Lengua, Idioma Extranjero, Matemáticas y Ciencias; mientras que en Secundaria son Biología y Geología, Geografía e Historia, Física y Química, y Economía.  En otras palabras, pretende reducir el gasto público a base de convertir España en un país, grande y libre; reduciendo, poco a poco, la autonomía de las comunidades.   
Las medidas anteriores tienen un carácter inusual y poco partícipe con las libertades y derechos que se hacen acopio en la Constitución que tanto presumen defender por el bien de los españoles; sin embargo, las medidas más “mezquinas” a las que hay que agradecer, por si hay algo que puede llamarse agradecimiento, por enseñarnos el verdadero carácter e ideología del Partido Popular son las siguientes:
  •      Enseñanza privada concertada: El Estado no garantiza que los alumnos tengan una plaza en un centro público durante Primaria y ESO. Así, se tira por los suelos el derecho que, en teoría, tienen todas las personas para recibir una educación pública y gratuita.
  •     La religión: La asignatura de religión adquiere más fuerza y contará en el expediente académico, contabilizando, por ejemplo, para pedir una beca. A su vez, Educación para la ciudadanía desaparece, a favor de la opinión de la Iglesia católica, y por ende, a la del partido que gobierna.
  •      Subvenciones para los colegios sexistas: Los colegios exclusivos para chicos o chicas recibirán ayudas estatales, siempre que justifiquen que la segregación sea equiparable con la del resto de centros.
Con todo ello, el Partido Popular quiere establecer las características que toda persona debe de tener para seguir estudiando o, simplemente, para estudiar: tiene que tener dinero suficiente para pagar lo que ellos llaman “educación pública”, fe absoluta en Dios y conocimiento especializado para rezar, y ser un chico. A juicio del gobierno, el gasto público debe anteponerse a una buena educación (sin nombrar sanidad, pensiones, y una larga lista de derechos que, al parecer, entorpecen el progreso del país). Así, debe anteponerse la fe al conocimiento sobre las leyes, los derechos y la forma de ser un buen ciudadano; y, por supuesto, la segregación es indispensable para facilitar la educación.
Por su parte, no se quedan con la palabra en la boca, y ante las críticas que reciben el ministro Wert, y su ley en educación, tienen una respuesta: “la educación es algo más que las notas”. Les voy a dar la razón porque, en esta afirmación, la tienen. La educación consiste en aprender y formarte para que, en un futuro, se puedan poner en práctica los conocimientos adquiridos, tanto en materia educativa, propiamente dicha, como en lo referido a civilidad; sin embargo, ¿cómo pretenden que tengamos educación si no quieren que nos eduquemos? Así, reconozco que educarse es algo más que una nota, pero voy a permitirme dar otra afirmación innegable: el gobierno es algo más que los votos. ¿Cómo quieren que seamos pacientes ante las medidas del Partido Popular y, a su vez, educados con las personas que están realizando recortes en todos los ámbitos de la sociedad para reducir el gasto y al mismo tiempo aparecen datos donde se refleja que esas mismas personas se han llevado excesivas cantidades de dinero?
Al menos, el Partido Popular nos ha enseñado su verdadera naturaleza conservadora (la cual nunca ha ocultado) y con ella ha traído una reconversión de nuestro “Estado laico y aconfesional” por un “Estado católico, apostólico y romano”, característica que me recuerda, no sé por qué, a un gobierno que hubo en España durante casi 40 años. Sin embargo, si de verdad se creyeran tan católicos como dicen, o al menos demuestran, seguirían las enseñanzas que predicaba un tal Jesucristo, las cuales pretenden inculcarnos sin saberlas ellos. Para Jesús la prioridad es ayudar a los más necesitados, tenderles la mano y darles lo que necesitan; sin embargo, quitan ayudas a los dependientes, es decir, a los que tienen alguna enfermedad física o mental, recortan en los ámbitos básicos de la sociedad, pero lo que sí que cumplen es su compromiso con la Iglesia.
Voy a permitirme revelar una afirmación indiscutible y tan obvia que ha estado oculta durante años por una sombra crucificada, esta verdad es tan reconocible que “las cruces no nos han dejado ver las iglesias” y que, a pesar de que se puede trasladar a todo el mundo, prefiero concretar en nuestro país, porque es aquí donde se identifica con mayor claridad: en España nunca ha reinado una corona, ni nacional ni extranjera; nunca ha gobernado “la Pepa”, una Tristana adelantada a su tiempo, que quiso cambiar la situación de un país atrasado y que sucumbió bajo la autoridad de un hombre autoritario y que devolvió a España la “cordura” perdida por el progreso; ni siquiera una bandera tricolor ha llegado a dirigir este país; España ha estado, está y estará regido por una cruz cuyo peso es tan grande que aplasta a todos los ámbitos de la sociedad.
Para simplificar esto voy utilizar una historia popular, pues tras esta nueva ley será lo único que nos quede para aprender algo sin estar influenciados por ninguna ideología:
Cuentan que existe un viejo loco que se caracteriza por vestir luto, a pesar de que no se haya casado con nadie, y que obliga a la gente a dirigirse hacia él como “Padre”, aunque ninguno seamos sus hijos, al menos no reconocidos. Este viejo loco tiene mucha influencia en todos los estamentos sociales, debido a que afirma ser un gran sabio, y, así, sus enseñanzas son escuchadas por todos y le siguen a pies juntillas, con los ojos tapados y, ya puestos, con las manos clavadas. Los motivos de este seguimiento nadie los conoce, puesto que los únicos estudios que se le reconocen tener son la lectura rápida de un extenso libro, algunos lo llaman “el libro gordo de Petete” y otros las “Sagradas Escrituras”, y un estudio personalizado del Lazarillo de Tormes. De esta forma, utiliza estos supuestos conocimientos para atraer seguidores, consiguiendo fieles y adeptos, y, casi sin saberlo, ya controla las bajas y altas instancias de la sociedad. Sin embargo, aunque sus enseñanzas son de una salvación a través de la solidaridad y el amor fraternal, en él se produce una peculiar contradicción, pues la austeridad y el reparto de las posesiones entre la gente que más lo necesita se convierte en un afán por poseer las mayores riquezas posibles, y el amor fraternal no significa nada frente a lo que él llama “Cruzadas” o “Guerras Santas” para luchar contra las personas que creen algo diferente a él.
Todo el dinero y el poder que este viejo loco ha conseguido han sido a base de tretas y artimañas, engañando y predicando cosas que, para él, están lejos del ejemplo. Así, consigue las cosas, más que gracias a Dios, lo hace gracias a la ignorancia del pueblo. Por supuesto, no le importa a quien se lleva por delante, pues él vive un auténtico “paraíso en la Tierra” y, por este motivo, intenta evitar la muerte, por si acaso se produce la casualidad de que es cierto lo que predica y se da de bruces con los “juicios divinos”, y, al paso que va, dudo mucho que este viejo loco muera y, así, su influencia perdurará por los siglos de los siglos.
De esta forma se comprueba lo que el pueblo sabiamente dice, pero no hace caso: el diablo sabe más por viejo que por diablo, aunque tenga de ambas cosas.

Es posible que todo este cúmulo de ideas (por una parte obvias y, al mismo tiempo, inesperadas) resulten confusas y chocantes así a primera vista. Lo comprendo, no es fácil entender a estas personas leales en la palabra y contradictorias en el gesto. Por eso, voy a intentar resumir todo lo explicado anteriormente en el nuevo lema que ha adoptado el Partido Popular: “Álzate, oh Dios, a defender tu causa”.

SANGRE POR PETRÓLEO


SANGRE POR PETRÓLEO

Este mes se cumplen diez años del inicio de la Guerra de Irak, un conflicto sin precedentes que comenzó en 2003 y que no finalizó hasta hace apenas dos años. Este ataque fue realizado por una coalición de países que actuaron tras haberse realizado inspecciones por parte de la ONU en Irak.
El principal protagonista de esta coalición fue, sin ser ninguna sorpresa, Estados Unidos y su Presidente George W. Bush quien para justificar la operación afirmó la existencia de armas biológicas, químicas y nucleares en Irak. Así Estados Unidos consiguió que toda una serie de países se aliaran con él, entre ellos destacan Reino Unido, protagonista indiscutible en la mayor parte de conflictos, y una inesperada y desagradable novedad: España.

España, durante el Gobierno de Aznar, se había convertido en un país modélico para otras economías. Su rápido crecimiento económico, político y social le llevaron a convertirse, por un breve periodo de tiempo, en una de las ocho potencias más ricas y poderosas del mundo y todo ello causaron un aumento, sin motivos, del ego español. De esta forma no fue difícil convencer al Gobierno español de su participación en la Guerra de Irak. Esta implicación culmina con dos famosas fotos: Aznar y Bush en el rancho de este último donde el presidente español está en una posición bastante cómoda y en una actitud repulsivamente chulesca. La segunda se realizó en la Cumbre de las Azores (el 16 de marzo de 2003, cuatro días antes del inicio del ataque) donde se reunieron la tríada de protagonistas en la guerra: Bush (Estados Unidos), Tony Blair (Reino Unido) y Aznar (España). Fue allí donde, al margen de la ONU, declararon la guerra a Irak y en especial al líder que gobernaba ese país, Sadam Hussein.

Ahora bien, la realidad era otra muy distinta a la que los gobernantes presentaban ya que nunca que se encontraron pruebas de la existencia de dichas armas y la ONU aprobó en mayo de 2003 una resolución para el gobierno de Irak y la explotación de los recursos petrolíferos a favor de Estados Unidos y Reino Unido.
Esto nos lleva a hacernos una pregunta muy sencilla de responder pero muy dura para hacerlo en las sociedades avanzadas y democráticas: ¿Cuál fue el verdadero motivo de la invasión? Para los protagonistas del ataque fue acabar con el terrorismo, liberar al pueblo iraquí y eliminar las armas nucleares que poseía Irak. Actualmente eso no es muy fácil de creer ya que es falso que Estados Unidos conociera realmente la existencia de Armas. No creo que Reino Unido viera un peligro real de Destrucción. Y finalmente, dudo mucho que España quisiese prevenir la Masiva alarma de ataque iraquí. El verdadero motivo está bastante claro y no es muy complicado de adivinar debido a las actuaciones de la ONU y de Estados Unidos.
Pero ahora no hay que preguntarse si de verdad fue el petróleo la causa de este conflicto, en la actualidad debemos plantearnos dos preguntas derivadas de la guerra: ¿Se puede confiar realmente en la palabra de los países democráticos? y ¿Mereció realmente la guerra? La respuesta de ambas está clara, teniendo en cuenta los motivos que llevaron al inicio del conflicto (dinero y poder)  y las consecuencias de la guerra (billones de dólares invertidos en una guerra sin sentido, casi un millón de fallecidos, muchos de ellos inocentes, abusos de los derechos humanos, familias desplazadas de sus hogares, una guerra civil en Irak, ataques terroristas de Al-Qaeda, etc.

Este trágico suceso ha marcado la historia del mundo occidental y árabe llevando a la degradación del ideal humano y menospreciando, con razón, la  actuación de los países pacifistas. “La guerra ha acabado” no fue más que el inicio de un “Nuevo Amanecer”, como lo llamaron los aliados, pero que en realidad se ha convertido en la razón más fuerte para pensar que los países más humanizados son los más propensos a la llamada de la guerra.
Estados Unidos y Reino Unido, países con un mismo pasado, van a tener un mismo futuro pues ambos estados son los protagonistas de las guerras más sangrientas, destructivas e infames que el ser humano ha tenido la desgracia de provocar y padecer. No tiene sentido que ambos países estén tan avanzados en materia democrática, en el desarrollo social y político, y que en cuanto tienen la ocasión se involucren en conflictos de los cuáles no tienen, o no deberían tener, ni voz ni voto pues causan graves daños no sólo en los territorios donde actúan sino también en los suyo propios. Creen tener la razón, creen llevar la libertad y lo único que consiguen es ganarse el título de insensatos y privar de esa adorada libertad a los civiles que presumen defender. Es curioso como ambos países, Estados Unidos y Reino Unido, forman parte del Consejo de Seguridad de la ONU, organismo que vela para mantener la paz y seguridad mundial, y como dichos miembros son los países con mayor potencial armamentístico del mundo. Todos vemos el contrasentido, lo más sensato y racional sería que tras dos Guerras Mundiales y una Guerra Fría los países protagonistas de todos esos conflictos y que saben lo sangrientas que fueron deberían ser los primeros en dejar de invertir en armamento, o al menos no iniciar una guerra contra las armas teniendo ellos el mayor número, pero para ellos lo racional es lo contrario.
Por supuesto no tenemos que olvidarnos de España, el tercero en discordia, ya que para no quedarse atrás de sus nuevos amigos industriales, para demostrar su falso poderío y convertirse nuevamente en un gigante con pies de barro, se involucró en una guerra de la que no tenía nada que ver. Este conflicto marcó a España y a los españoles quien salieron a las calles en protesta por la guerra para que no la iniciaran pero como siempre una vez votados los votantes ya no tienen la palabra y los gobernantes actúan sin escuchar, valorar y juzgar las consecuencias. Podríamos habernos mantenido al margen pero nuestra codicia nos arrastró y lo único que hemos recibido ha sido la vergüenza de conocer violaciones constantes a los derechos humanos que los ejércitos aliados, incluidos los españoles, llevaron a cabo en Irak.

Ni las sucesivas guerras, ni las muertes sin justificación, ni los derechos violados hacen que los países que en teoría luchan contra esas mismas razones dejen de actuar causando nuevamente esas consecuencias. El ser humano ha dejado de ser un animal racional para ser un simple animal guiado por sus instintos: el dinero vence a la razón, el poder vence a la humanidad, la democracia no vale nada frente al orgullo, y los derechos humanos pierden su significado si se pone en juego el honor.
Llegará un momento que ya no se luche por petróleo, oro, agua o aire, sino que los hombres entraran en conflicto para ver quién es el que empieza antes a luchar, al fin y al cabo para el hombre lo coherente no es cultivar el conocimiento o ayudar al prójimo sino usar el poco conocimiento que tiene para crear lo más destructivo posible y así acabar con nuestro semejantes y muy probablemente con nosotros mismos. Ahora bien, ¿quién será el próximo en tirar la piedra y esconder la mano?

WERT DEVORANDO A LA CULTURA


WERT DEVORANDO A LA CULTURA

Ayer se celebró la vigésimo séptima edición de los Premios Goya, la gran fiesta del cine español, pero los protagonistas en esa gala además de los premiados, los nominados y los famosos discursos de los galardonados y el director de la Academia, fueron la política antisocial del PP y los terribles resultados que tiene sobre España y los españoles.
Pero antes de hablar de la “intrusión” de la política en la cultura cinematográfica mencionaré a los galardonados ya que ellos son los principales protagonistas en esta gala. Por supuesto doy la enhorabuena a todos los premiados y también a todos los nominados que aunque no ganaron el estar presentes allí ya es un gran honor.

Dos de los grandes premiados, no por el número de premios sino por el reconocimiento a toda su carrera profesional, fueron Concha Velasco que recibió el Premio Goya de Honor, y José Sacristán que ganó el Premio Goya al mejor actor por la película El muerto y ser feliz siendo su primer Goya a pesar de la gran trayectoria que lleva a sus espaldas.
Tengo que hacer una especial mención a la que en esta edición fue la máxima galardonada, la película Blancanieves de Pablo Berger que recibió 10 de los 18 premios a los que estaba nominada. La película era un gran desafío ya que siendo una película en blanco y negro es además una película muda por lo que, como contaba el director, no tenían ninguna posibilidad. A pesar de todo fue la gran favorita y al final de la noche se convirtió en la mayor galardonada.
Haciendo mención a la película y a su vez a la política, que nos acompaña incluso a este tipo de galas donde lo importante es la celebración y no el recuerdo a las desgracias, voy a hacer un paralelismo entre la dura realidad y el argumento de Blancanieves. Otorgaré el “humilde” papel de madrastra a nuestro Presidente Rajoy y el de Blancanieves al pueblo español. Rajoy nos presentó una “manzana jugosa” antes de las elecciones y tras darle nuestra confianza comprobamos que esa manzana ocultaba veneno y ponzoña. 

De todos estos temas, tan duros pero tan presentes incluso en la cultura, se hicieron mención a lo largo de la gala, desde la primera presentación de la fantástica Eva Hache, quien nos sorprendió un año más por su divertida y original forma de conducir la gala, hasta los continuos discursos de los galardonados y del director de la Academia de Cine, Enrique González Macho, quien presentó la recaudación del último año, antes de los recortes, como la mejor de los últimos 27 años pero que predijo las siguientes recaudaciones como muy duras. Por desgracia, no errará mucho en la estimación.

El Ministro de Cultura José Ignacio Wert, presente en la gala, fue víctima justificada de todos estos ataques a través de un sinfín de metáforas o diciéndoselo directamente a Wert, siendo el caso de José Corbacho, quien no se calló al mencionar la subida de IVA o la corrupción de Iñaki Urdangarín y la posible implicación de la Infanta, o la actriz Candela Peña quien criticó a los recortes en sanidad mencionando las duras condiciones del hospital donde falleció su padre. Mientras tanto el ministro no paraba de sonreír, mover la cabeza como si tuviera la razón y estar en el asiento con posición de irse, cosa que no me extraña porque no es bien recibido ni en esa gala ni en ningún lado. Tanto fue su protagonismo que el año que viene, si sigue en el cargo, propongo que le den el “Goya de Horror”.

Los actores, directores y el resto de artistas tienen, por supuesto, el mismo derecho que todos a protestar pues la actitud del Gobierno es digna de protesta y críticas, de hecho es normal la protesta y no es de ella de lo que me quejo, ni de las formas, del todo originales. Me quejo de queja son injustas las medidas que se están haciendo y que afectan más que solucionan y por eso me parece muy duro que durante toda la gala estuviera presente la política de Rajoy y las auténticas estrellas pasaran desapercibidos por las reclamaciones contra los recortes y la famosa corrupción de los sobres.
Es muy duro ver como la realidad y la ficción se han hecho presentes y se relacionan ya que en la actualidad “lo imposible sería que Blancanieves sobreviviera a la manzana teniendo en cuenta la mala sanidad que hay en España”.

El cine es de las pocas industrias que traen dinero a España y a pesar de eso también tiene que ser objeto de recortes mientras los políticos siguen “robando a los pobres para dárselo a los ricos” como dijo anoche Maribel Verdú. Esto demuestra lo que decía Goya: “el sueño de la razón produce monstruos”. A pesar de todo insto a los cineastas a seguir soñando y a seguir produciendo fantásticas películas pues nada ni nadie podrán quitaros vuestro talento. El cine es un gran entretenimiento y aunque los políticos se empeñen en decir que es un pozo sin fondo mas lo es el ex tesorero del PP y hasta hace tres años seguía cobrando por no hacer más que robar.
Como dijo anoche J.A. Bayona, ganador a la mejor dirección por la película Lo imposible, “no importa hacer una superproducción o una película con bajo presupuesto, lo importante es hacer cine con mayúsculas”. En la política es igual ya que no importa ser una potencia mundial o de los últimos países en la lista mundial, lo que importa es la calidad de vida de los ciudadanos y por pensar en el poder en vez de en mejorar la vida del pueblo ahora España no tienen ni poder ni los ciudadanos tienen una calidad digna de vida.

El cine está hecho de sueños, es de los pocos sueños que no produce monstruos, y hace al público soñar y ser felices. En estos tiempos el pueblo necesita ser felices y lo cineasta pueden conseguirlo, incluso ayer haciendo mención a la crisis hicieron reír a la gente ya que nunca hay que perder la sonrisa, y sé que esto en los tiempos que corren no es fácil pero ayer lo consiguieron pues tienen el talento de conseguir que lo real se convierta en ficción y que la ficción se convierta en real y precisamente eso es lo que quiero. Espero que la realidad se una con la ficción y que al igual que en las películas esta actualidad, característica de una película de terror, tenga mas pronto que tarde un final feliz.

LOS SOBRADOS DE LA INDECENCIA


LOS SOBRADOS DE LA INDECENCIA

No hay ni un solo día en el que nuestro Presidente y su partido nos dejen de sorprender sin embargo, para nuestra desgracia, nunca son buenas noticias.

La primera vez que nos asombraron fue el 20 de Noviembre de 2011, día en el que el Partido Popular obtuvo una mayoría absoluta en las elecciones y por tanto, consiguieron el control del Gobierno español durante cuatro años.
A partir de entonces no pararon de hacer recortes y presentar una larga serie de medidas que nos afectan más a unos que a otros.

Sin embargo, cuando ya creíamos que la sede del Partido Popular estaba adormecida, ahora ha aparecido todo un dossier de documentos que revelan las numerosas transferencias de dinero negro que Luis Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular, realizó desde 1990 hasta 2009 a través de sobres a diferentes dirigentes del PP. 
Luis Bárcenas, como ya he dicho, es el ex tesorero del PP pero no solo se le conoce por está supuesta trama corrupta sino que además ya fue imputado en 2009 por el denominado  “caso Gürtel”, en el que también estaba implicado Francisco Camps, ex Presidente de la Generalitat Valenciana, por las supuestas adjudicaciones que otorgó a empresas a cambio de sobornos basados en el pago de trajes. Sin embargo en los últimos días Luis Bárcenas ha vuelto a aparecer por los significativos “sobresueldos” en los que, en este caso, también implicaría a muchos miembros del PP entre los que destacan los siguientes:

  • Ángel Acebes que recibió, supuestamente, pagos trimestrales  de 6.300 euros y un apunte semestral de 2.600 euros desde 2004, cuando fue nombrado secretario general del Partido Popular, hasta 2008.
  • Jaime Mayor Oreja, ex Ministro del Interior durante el Gobierno de Aznar, aparece 16 veces en los cuadernos de Bárcenas por un valor de 181.440 euros.
  • Otro personaje destacado en los apuntes de Bárcenas es Rodrigo Rato, ex Ministro de Economía y ex Presidente de Bankia, que aparece hasta 17 ocasiones con un importe total de 216.711 euros.
  • Francisco Álvarez Cascos aparece hasta 20 veces en los cuadernos de Bárcenas cobró, supuestamente, sobresueldos entre 1990 y 2004 haciendo un importe total de 321.391 euros.
  • Sin embargo la persona más significativa, tanto por el importe total llegado a recibir como por su puesto político, es nuestro Presidente Mariano Rajoy con un total de 35 apuntes repartidos entre 1997 y 2008, llegando a cobrar, supuestamente, un importe total de 322.231 euros. Sin contar otra partida con un importe de 33.207 euros en concepto de “otros”.
Todas esas partidas, junto con otras más, referentes siempre a personajes de la cúpula del PP, aparecen con sobrenombres como: “M. Rajoy”, “R. Rato” o incluso “J.M” que se le asocia con el ex Presidente de España, José María Aznar.
España se ha convertido en un país de corruptos, un auténtico “vertedero” en el que el poder y el afán de dinero han emponzoñado la política, la economía y la sociedad española. Antes España era todo un ejemplo europeo, un país a seguir. Hace apenas 10 años que España era un país en auge dirigido por unos políticos y unos ministros intachables que pensaban siempre en el pueblo, en su bienestar y en el crecimiento económico consiguiendo evitar el fraude y la corrupción. Que equivocados que estábamos. En tan sólo 10 años la imagen de España está por detrás de países subdesarrollados africanos, la impoluta política española se ha convertido en la despreciable astucia de los corruptos.
10 años han bastado para que se descubra que tras el auge económico español se encontraba, a su vez, el auge económico de los políticos españoles mientras hundían cada vez más la economía de los ciudadanos. Y si antes lo primordial era una placentera y acomodada vida de los españoles, imagen exportada internacionalmente y que provocaron una impresionante inmigración de cualquier país a España y que el Gobierno aprobaba sin queja alguna, ahora el objetivo principal de los políticos, y de cualquier empresario en general, es intentar borrar las huellas del fraude y de la corrupción de sus cuentas y para ello, quitarles los antiguamente tan  fundamentales derechos de los trabajadores y, en especial, de los inmigrantes, antes tan bien recibidos en este país. 

Es inaceptable que, si los documentos de la contabilidad de Bárcenas son reales, un Presidente de Gobierno, y muchos personajes ligados actualmente a la política, hayan robado las cantidades de dinero tan elevadas que reflejan esas cuentas.
¿Cómo va a sacar Rajoy a la economía española si detrás de todas esas medidas se esconden la corrupción y el fraude? ¿Cómo es capaz Rajoy de recortarnos a nosotros mientras él es, supuestamente, uno de los mayores defraudadores de su partido? ¿Cómo son capaces de decir que la única forma de salir de la crisis es la austeridad teniendo ellos miles de euros cuya procedencia es de dudosa legalidad? Y por último, de momento, ¿cómo vamos a seguir confiando en nuestro Gobierno si a cada paso que den nosotros vamos a estar pensando si están haciendo realmente lo correcto?
La imagen de la política, y de España en general, lleva manchada desde hace mucho pero son estos actos tan detestables los que acaban hundiendo cada vez más a España. Con estos nuevos hechos sacados a la luz acerca de la supuesta corrupción del Partido Popular, es necesario un pequeño ajuste, palabra favorita de los políticos, en la tan famosa frase del actual Ministro de Hacienda Cristóbal Montoro: “que se hunda España que ya la levantaremos nosotros”. Ahora la frase quedaría, por desgracia, de este modo: “que se hunda España que ya hemos robado lo suficiente nosotros”.

ERE QUE ERE


"ERE" QUE "ERE"

Así se conoce, por desgracia, a la tan famosa abreviatura de una de las últimas medidas de Mariano Rajoy. El ya tan conocido Expediente de Regulación de Empleo (ERE) tiene un procedimiento muy sencillo para los empresarios, pero muy difícil para los trabajadores y sus familias. Su funcionamiento es el siguiente: si una empresa se declara, supuestamente, en una mala situación económica puede despedir a tantos trabajadores como necesite, ya sea de unos pocos trabajadores o de un colectivo más amplio.
Con esta medida los despidos son más fáciles y sencillos pues antes se tenían que reunir los trabajadores y la dirección de la compañía, pero con esta nueva medida la única condición para tramitar uno, o varios, despidos es la de justificar la pérdida de beneficios de la empresa y el despido será efectuado en menos de un día. Por supuesto, y como no podía ser de otra manera viniendo del PP, los empresarios no tienen porque verse afectados con esta nueva legislación.

Lo peor de esta medida, además de los trágicos despidos, es que demuestra la incoherencia que tiene esta situación. Mientras miles de trabajadores serán despedidos con total facilidad y sin haber tenido ninguna culpa de la situación económica de la empresa en la que trabajaban, otros individuos como Rodrigo Rato o Esperanza Aguirre, que no sólo han tenido parte de culpa de la grave situación económica de una empresa sino de todo el país, no sólo no les han juzgado con severidad ni les han despedido, sino que han sido contratados por grandes empresas y cobran varios sueldos.                                                                                          
El primer caso es el de Rodrigo Rato, cuyo currículo menciona su licenciatura en derecho, a pesar de que irónicamente no haya cumplido muy bien la ley, y un máster en Administración de Empresas, aunque irónicamente la entidad bancaria que presidía (Bankia) haya provocado una gran deuda en España. Además fue Ministro de Economía durante la presidencia de José María Aznar. Actualmente, y a pesar de estar imputado por la mala gestión de Bankia, ha sido nombrado Consejero asesor de Telefónica para Latinoamérica y Europa. Esto es lo que ahora llaman “justicia”.
El segundo, y por el momento último caso, es el de Esperanza Aguirre, en cuya amplia carrera política destacan su cargo como Presidenta del Senado y como Presidenta de la Comunidad de Madrid. Aún así, Esperanza Aguirre dimitió de su cargo de Presidenta de la Comunidad de Madrid en Octubre de 2012, fue contratada por Turespaña como funcionaria, y en apenas dos meses ha dimitido de este cargo para trabajar en la empresa Seelinger y Conde como asesora para reclutar cazatalentos. Se vuelve a demostrar la incoherencia española ya que mientras seis millones de españoles no tienen trabajo y muchos de ellos sufren auténticas penurias económicas, Esperanza Aguirre ha tenido en tres meses tres trabajos, por supuesto con su respectivo y gigantesco sueldo siendo aún más increíble, y vergonzoso, que cobra no sólo por la asesoría de la empresa Seelinger y Conde sino que tiene un segundo sueldo como Presidenta del PP de Madrid.
He puesto apenas dos ejemplos, de entre los miles que debe haber, pero son los dos casos que más influencia mediática han tenido, y tendrán, pero sobre los que, por desgracia, no ha caído el peso de la ley.
El Expediente de Regulación de Empleo es sólo es una de las muchas medidas y recortes que el nuevo Gobierno ha hecho en un año y de las cuáles sólo unas pocas, contadas con los dedos de una mano, ayudan por igual a todos los ciudadanos mientras que el resto perjudican por igual a todos, a todos los que para el PP, a pesar de ser una democracia, no conviene ayudar.

Era de esperar lo que se nos avecinaba cuando, para seguir el instinto español de cambiar rápidamente de situación aunque la nueva sea peor, votamos sin pensar al Partido Popular quien, siguiendo a su vez su propio instinto, optó por hacer lo que le venía en gana, cuando le venía en gana y donde le venía en gana pues, pensaban que teniendo ya la tan deseada mayoría absoluta nada malo les podía pasar a ellos. Pensaron que la crisis la podían utilizar como escusa para favorecer a los de siempre perjudicando a los de siempre. Se creyeron que cuatro años era el tiempo suficiente para volver a hacer de España una potencia económica y política, y que con sus medidas, totalmente conservadoras y sin relación con la igualdad, iban a estar un largo tiempo en el gobierno. Sin embargo la situación es otra y como el propio Rajoy nos decía, o nos mentía, “es la realidad quien ha provocado los cambios en el programa electoral”. Y si es la realidad quien hace que las “promesas” de nuestro Presidente cambien, será también la realidad quien haga que los ciudadanos cambiemos a nuestro Presidente.

Es en estos momentos en los que se nota la compasión y la bondad del pueblo. Es en estos momentos cuando la generosidad de los españoles se pone en lucha contra la avaricia y la codicia de los empresarios, en unión contra un mal Gobierno. Debemos estar unidos más que nunca pues la frase “la política nos sacará de esto” ya no vale, somos las personas las que debemos trabajar día a día para levantar el país.

Nadie sabe si el PSOE lo hubiera hecho mejor que como lo está haciendo el PP pero lo que sí está claro es que las medidas de nuestro “brillante” Presidente Rajoy lo único que están haciendo es enriquecer más a los ricos y empobrecer más a los pobre y por desgracia, en mi opinión es lo que pretendían hacer con ellas. Si continúan estas duras medidas el pueblo no podrá soportarlo más y se hará realidad aquel famoso trabalenguas de “<<ERE>> con <<ERE>> guitarra” pues la única opción que nos quedará será coger la guitarra y salir a la calle a cantar, unos por motivos económicos y el resto para gritar a los cuatro vientos el descontento que el pueblo tiene con la actual situación y con las continuas y, a pesar de las quejas, indefinidas medidas que Rajoy se empeña en establecer para lo que él llama “arreglar España”, y ojalá fuera así, pero lo único que está consiguiendo es perjudicar más a los españoles y a la imagen de España en el exterior, pero deberíamos recordarle al señor Rajoy que “quien siembra viento recoge tempestades”.