ERE QUE ERE


"ERE" QUE "ERE"

Así se conoce, por desgracia, a la tan famosa abreviatura de una de las últimas medidas de Mariano Rajoy. El ya tan conocido Expediente de Regulación de Empleo (ERE) tiene un procedimiento muy sencillo para los empresarios, pero muy difícil para los trabajadores y sus familias. Su funcionamiento es el siguiente: si una empresa se declara, supuestamente, en una mala situación económica puede despedir a tantos trabajadores como necesite, ya sea de unos pocos trabajadores o de un colectivo más amplio.
Con esta medida los despidos son más fáciles y sencillos pues antes se tenían que reunir los trabajadores y la dirección de la compañía, pero con esta nueva medida la única condición para tramitar uno, o varios, despidos es la de justificar la pérdida de beneficios de la empresa y el despido será efectuado en menos de un día. Por supuesto, y como no podía ser de otra manera viniendo del PP, los empresarios no tienen porque verse afectados con esta nueva legislación.

Lo peor de esta medida, además de los trágicos despidos, es que demuestra la incoherencia que tiene esta situación. Mientras miles de trabajadores serán despedidos con total facilidad y sin haber tenido ninguna culpa de la situación económica de la empresa en la que trabajaban, otros individuos como Rodrigo Rato o Esperanza Aguirre, que no sólo han tenido parte de culpa de la grave situación económica de una empresa sino de todo el país, no sólo no les han juzgado con severidad ni les han despedido, sino que han sido contratados por grandes empresas y cobran varios sueldos.                                                                                          
El primer caso es el de Rodrigo Rato, cuyo currículo menciona su licenciatura en derecho, a pesar de que irónicamente no haya cumplido muy bien la ley, y un máster en Administración de Empresas, aunque irónicamente la entidad bancaria que presidía (Bankia) haya provocado una gran deuda en España. Además fue Ministro de Economía durante la presidencia de José María Aznar. Actualmente, y a pesar de estar imputado por la mala gestión de Bankia, ha sido nombrado Consejero asesor de Telefónica para Latinoamérica y Europa. Esto es lo que ahora llaman “justicia”.
El segundo, y por el momento último caso, es el de Esperanza Aguirre, en cuya amplia carrera política destacan su cargo como Presidenta del Senado y como Presidenta de la Comunidad de Madrid. Aún así, Esperanza Aguirre dimitió de su cargo de Presidenta de la Comunidad de Madrid en Octubre de 2012, fue contratada por Turespaña como funcionaria, y en apenas dos meses ha dimitido de este cargo para trabajar en la empresa Seelinger y Conde como asesora para reclutar cazatalentos. Se vuelve a demostrar la incoherencia española ya que mientras seis millones de españoles no tienen trabajo y muchos de ellos sufren auténticas penurias económicas, Esperanza Aguirre ha tenido en tres meses tres trabajos, por supuesto con su respectivo y gigantesco sueldo siendo aún más increíble, y vergonzoso, que cobra no sólo por la asesoría de la empresa Seelinger y Conde sino que tiene un segundo sueldo como Presidenta del PP de Madrid.
He puesto apenas dos ejemplos, de entre los miles que debe haber, pero son los dos casos que más influencia mediática han tenido, y tendrán, pero sobre los que, por desgracia, no ha caído el peso de la ley.
El Expediente de Regulación de Empleo es sólo es una de las muchas medidas y recortes que el nuevo Gobierno ha hecho en un año y de las cuáles sólo unas pocas, contadas con los dedos de una mano, ayudan por igual a todos los ciudadanos mientras que el resto perjudican por igual a todos, a todos los que para el PP, a pesar de ser una democracia, no conviene ayudar.

Era de esperar lo que se nos avecinaba cuando, para seguir el instinto español de cambiar rápidamente de situación aunque la nueva sea peor, votamos sin pensar al Partido Popular quien, siguiendo a su vez su propio instinto, optó por hacer lo que le venía en gana, cuando le venía en gana y donde le venía en gana pues, pensaban que teniendo ya la tan deseada mayoría absoluta nada malo les podía pasar a ellos. Pensaron que la crisis la podían utilizar como escusa para favorecer a los de siempre perjudicando a los de siempre. Se creyeron que cuatro años era el tiempo suficiente para volver a hacer de España una potencia económica y política, y que con sus medidas, totalmente conservadoras y sin relación con la igualdad, iban a estar un largo tiempo en el gobierno. Sin embargo la situación es otra y como el propio Rajoy nos decía, o nos mentía, “es la realidad quien ha provocado los cambios en el programa electoral”. Y si es la realidad quien hace que las “promesas” de nuestro Presidente cambien, será también la realidad quien haga que los ciudadanos cambiemos a nuestro Presidente.

Es en estos momentos en los que se nota la compasión y la bondad del pueblo. Es en estos momentos cuando la generosidad de los españoles se pone en lucha contra la avaricia y la codicia de los empresarios, en unión contra un mal Gobierno. Debemos estar unidos más que nunca pues la frase “la política nos sacará de esto” ya no vale, somos las personas las que debemos trabajar día a día para levantar el país.

Nadie sabe si el PSOE lo hubiera hecho mejor que como lo está haciendo el PP pero lo que sí está claro es que las medidas de nuestro “brillante” Presidente Rajoy lo único que están haciendo es enriquecer más a los ricos y empobrecer más a los pobre y por desgracia, en mi opinión es lo que pretendían hacer con ellas. Si continúan estas duras medidas el pueblo no podrá soportarlo más y se hará realidad aquel famoso trabalenguas de “<<ERE>> con <<ERE>> guitarra” pues la única opción que nos quedará será coger la guitarra y salir a la calle a cantar, unos por motivos económicos y el resto para gritar a los cuatro vientos el descontento que el pueblo tiene con la actual situación y con las continuas y, a pesar de las quejas, indefinidas medidas que Rajoy se empeña en establecer para lo que él llama “arreglar España”, y ojalá fuera así, pero lo único que está consiguiendo es perjudicar más a los españoles y a la imagen de España en el exterior, pero deberíamos recordarle al señor Rajoy que “quien siembra viento recoge tempestades”.