El Principio de la A

El Principio de la A

Dicen que somos dos misterios, dos principios -que son también fines y fin-, solo comparables y compartidos con el de la vida misma: el de la Muerte, la ley de Thanatos, invariable e imbatible, que nos espera al final de este camino; el del Amor, el Eros -que en tantas ocasiones se convierte en eras…-, y que algún Maestro señalaba que nos ayudaba a sobrellevar el propio camino.

Dicen que quien dice esto habla con el tino de la locura… Al menos que se diga, que es la rosa de la vida eterna; pues lo que queda dicho, si no ahora, más tarde se escribirá y se convertirá en teoría inmortal. Una de esas teorías, axioma incuestionable, reza que todo lo importante es un hecho principal; y lo principal, al ser capital, debe llevar mayúscula:
Es por ello por lo que ciudades como Teruel llevan mayúscula, sin ser de otra manera, pues es la Capital del Amor capital… En ella se escaparon dos nombres –con su Amor hacen Trinidad- que se conjugan en este Teorema: que es la A el principio de la lengua humana; capital, pues, arrastra Todo: Amantes; Beso; Caridad; Diego; Eternidad; Futilidad; Gesta; Honorable Indulgencia; Juego Krausista; Luz; Música; Necesaria Oscuridad; Paridad; Quietud; Risueña Soledad; Teruel; Universitas; Valentía; Werther; Ysabel; Zanja…

Esta es la Historia -y lo digo, y repito, con H mayúscula; con todo el orgullo, y toda la paciencia de los que intenten criticar esta Verdad- de una de esas rosas inmortales; la más espinosa de todas; la de los vientos que me guían; la jamás contada y por siempre vivida.

Y empezarla no ha sido fácil, acabarla lo será menos, que se convertirá en la extrapolación misma de la misma Historia que aquí contemos… Y ya me noto distinto, una fuerza me ha invadido, aunque siempre la he notado, y a todos os reclamo, por no decir insisto, que atendáis a tal Verdad, que en vosotros ya habréis sentido:
Y para ello me rindo al mismo destino, cortejo eterno y feudal, cabalgando en la guerra del suspiro; que mi Pasión ha guiado lo que escribo, y una duda se me postra ante dos gritos: el uno, que es el objetivo; el otro fuerza al propio mito.

Y en vida tengo pechos altivos, tríada sagrada que en uno solo yacen conmigo: soy Amante de la Historia, y con el pasado me mido, que es medida de todo, y media que un todo me hizo; y como nada sin nada nunca ha sido, sin Historia yo me siento vacío.

El segundo, pareja, que es testigo de la Verdad intensa con la que me defino; que también soy Poeta, promesa de un final votivo; que sin ella no soy vivo, por ser amado cortejo, infante y esclavo de este milenial catecismo. Y como la fe sin fe nunca ha sido, sin Poesía yo me siento vacío.

Y en la tercera soy vencido, naturaleza como las demás -como las demás no la elijo-, pero no se debe cambiar las razones por las que existo: que soy de Teruel por siempre, y por siempre me resisto a querer ser más de lo que soy vitalicio. Y como la Vida sin Vida nunca ha sido, sin Teruel yo me siento vacío.

Y estas tres formas en una sola se ven atraídas, más bien en dos, que al inicio, como fugitivos, ya he jurado mis servicios.
Por ello, como Historiador escribo, con la comparsa de la memoria, que al final es la huella que administro, que sin memoria no hay un continuo, y estas voces que se viven con los cinco sentidos, mucha vida ya han sentido; y por ello como Poeta lo presido, que sin presa del corazón, uno vivo con desatino, si es que vivir se puede con un pecho suprimido; y por ello como Turolense lo vivo, que desde la cuna soy Amante, y en la tumba no lo extingo, que entre un toro y una estrella existe todo un Paraíso, y para empezar estas letras, que Dios en Carne hizo, como se fuese un librero, yo también guardo a los libros, y a lo que ellos conservan por ser Universum divino, de igual forma le otorgo al consejo que aquí inquiero, que de seguro habrá excomunión para aquel engreído que quite, distraiga o haya ofendido esta Pasión que por todo el mundo grito, y no habrá absolución, si no reintegra su perjuicio.

Y aquí os dejo mi visión, tal vez cambie el sonido, pero para nada la esencia del que uno se ve ennoblecido, Palabras y Sentimiento que traspasan pliego, tablet y pergamino:
Comienzo como creo debo hacerlo, pidiendo perdón a mis hermanos, por si alguna falta cometo, aunque dudo que ello vaya a suceder, porque me guía mi pecho.
Y empiezo, he dicho, porque debo, porque es secular actualidad y, sobre todo, porque creo, que es justa virtud que hace, de mi alma, cuerpo. Y me muerde así el deseo, de contar, como hombre, lo que viví como guerrero, en la guerra de los vivos y la fiesta de los muertos.

En todo el mundo se viven, pero en Teruel fueron los alientos; otros la contaron a sabiendas que aquí se sintió primero, este principio inmortal que a partir de ahora os reglo:

(Este falso trovador/os recomienda un consejo: / para hacer fácil lectura / haced en word copio-pego / y sustituid las barras / por cada línea un verso. / Solo me queda añadir / que tengáis el pecho abierto / ante poderosa Historia / que por todos fuese ejemplo / de una lucha sin igual / por el Amor verdadero)... / Nada para este romance / vale más que un romancero, / aunque en mármol o pintura / se inmortaliza el reflejo, / que no es historia pasada, / es suspiro compañero, / pues todo aquel que respira / posee este fin excelso. / Que el corazón solo late / solo lo piensan los necios.../ Leed, atended, sentid / el poder de estos dos fuegos… / Sin ser leyenda esta vida / le otorgamos un fiel credo, / pues leyendo esta leyenda / sabréis que también fue cierto. / Y el Amor no tiene leyes, / solamente tiene fueros,/ aunque a veces este mundo / es falso y traicionero, / y la riqueza y el poder / que por sí tienen los pechos / busca humana nobleza / para poder pretenderlo. / Como buen aragonés / se propuso tener el cielo, / y no existe hombre ni Dios / a aragonés detenerlo./ En su crisma, su razón,/ cabezón de nacimiento,/ y un crismón por corazón / fue la lucha de sus quieros./ Y la partida inició / la partida de este juego,/ que la victoria no es oro, / es vivir dentro de un sueño, / y no existe la derrota / que son otros derroteros / los que pretende el amor/ que despierta siendo eterno./ Luchó con y contra reyes,/ mas solo reina en su centro,/ y la guerra acometió/por tesoro verdadero./ Un lustro le aconteció,/ ilustre fue para el resto,/ una lucha interminable / que bien valió los esfuerzos./ Y Amor no tiene fronteras,/ mucho menos será el tiempo,/ y la Historia se repite/ para velar sus respetos,/ que otro lustro ha de pasar / pugnando con los gobiernos / porque este Bien de interés/de escudos sea cubierto./ En este mundo implacable,/ en este mundo imperfecto,/ debemos mirar atrás / para hallar nuestros modelos,/ que no existe ideología / si te guían tus deseos./ En estos días no hay Dios,/ ni posibles los ateos,/ ni banderas tricolores/ ni predestinados cetros. / Ni PP o PSOE que valga,/ ni luchas por los asientos,/ que de Ciudadanos la i/de Isabel es lo que veo,/ y de Podemos la D/del incorruptible Diego./ Que también fue dividida / la Península en su tiempo,/  y Teruel siendo frontera / deja Amor como portero./ No hay más Nación en el mundo/que la noción del sí quiero,/ ya vengan barras y estrellas/Teruel solo está en lo cierto./ Hoy Teruel el mundo encierra,/ mañana gobierna el resto,/ y mientras suenen campanas / estará encendido el fuego,/ bien sea de la pasión/ bien sea del fin del tiempo,/ que lágrimas y sudores/ unen al que ama y al muerto./ Pero en la boda pactada,/ o en su agrio y excelso encuentro,/ somos solo Amor y Hermanos,/ no existen los extranjeros./ En la plaza del Torico,/ la catedral o el museo,/descansando en el hotel,/ o haciendo fiesta y bebiendo,/ o sobre rodo rezando/y mostrando tus respetos / postrándote ante las tumbas/ Supremas del mausoleo./ No importa lo que se piensa,/ solo somos sentimiento,/ que hoy en Teruel no hay naciones/más allá de la del cielo./ Entre lloros y alegrías/del respetable concejo/esta villa de Teruel/se viste con rojo velo./ Ya sea desde pantallas,/ ya sea en "vivo" y directo,/ ya seas un natural/o un nativo extranjero/todos formamos un todo/de este secular cortejo./ Ya se escuchan los tambores,/ ya se ve a los caballeros/que desfilan orgullosos,/ flanqueados por lamentos,/ custodiando los espíritus/ de los más grandes ejemplos/ de lo que ha sido y será/el sentimiento Supremo./ Tan cortos se hacen los días/tan pronto se hace el regreso/que se siente la traición / que pudiera vivir Diego./ Retorno al siglo veintiuno,/ con fuerza rezo un deseo,/ "no quiero esperar un año,/ que he aguardado ochocientos"./ Al menos sé que es seguro,/ que no existe algo más cierto/como regresar por siempre/hacia el decimotercero,/ número bien denostado,/ mal entender de esperpento,/ que será la plenitud/ del Amor del Medioevo,/ la mejor definición/del corazón más sincero:/ Amar es carta cerrada,/ y el pozo mejor abierto;/ una noche soleada/ del verano más postrero./ Amar es tierna dureza,/ es trabajar sin esfuerzo,/ cansarte cuando descansas,/ caerte sin un tropiezo./ Perder sin haber luchado,/ el más inútil consejo,/ el daño más indoloro,/ el más científico rezo./ Es espacio temporal,/ el más divino Arquitecto,/ que hizo con el corazón/ el mayor experimento:/ formó de su don blasfemia,/ jugó a ser un Dios perfecto,/ utilizó su razón/e hizo del Amor su invento,/ derramando donde quiso/ese quiero tan certero./ Es incansable invasor,/ a cuya expulsión me fuerzo;/ irónica persuasión/ a cuya Nación me dejo./ La justicia menos ciega,/ un pacífico armamento,/ la lección más ignorante/ del más sabio de los maestros./ Es estudio irrepetible,/ compuesta en prosa y en verso,/ la saciedad más hermosa/de los Amantes sin miedo./ Es leyenda verdadera,/ incontrolable secreto/del preso más liberado,/ del Santo más irredento./ Es el fin más inmortal/ del pecador más confeso,/ una lágrima desierta/ en el más fértil desierto./ El mito jamás contado,/ imitado sin espejos,/ olvidado por el hombre,/ recobrado por el tiempo,/ deseado por el loco/reclamado por el cuerdo./ Un poder intitulable,/ iniciar el alfabeto/con la fe de que "acabar"/ y "Amor" no tiene igual comienzo./ Todo eso es y mucho más,/ aunque otra idea aquí quiero/ dejar clara del Amor/ antes de quedarme muerto:/ Amar es por sí esperar/ en la Tierra o en Cielo,/ en las sombras o en las luces,/ en balcón o en el infierno,/ al sufrir más poderoso,/ al más ruidoso silencio…/ El fin de toda esta guerra/ que es conquistar un imperio:/ Un beso... Uno solamente./ Vida y paz... Solo en un beso…/ Todo es eterno y posible,/ una leyenda, un deseo,/ que en mi vida este Isabel,/ y en mi muerte imite a Diego, /que es el mito de vivir, /solo en ello, solo un beso…
Me he quedado sin aliento… Dicen que somos dos misterios… Me he quedado en desconcierto… Dicen que somos dos principios… Torna jura en crisantemo… Amor posee un noble Principio… Vivo y muero por un beso…