La duda

La duda*

Seré breve, claro, directo y sincero. No voy a ganarme amigos con estos detalles ni tampoco los declaro para que se me odie: el arte de la verdad es luchar con las palabras, la única arma verdadera... Escribo porque existo; existo porque escribo.
Solo digo lo que creo, y solo creo lo que siento: tened claro que si estoy haciendo esto es porque éstos son mis motivos, ninguno más.
Aparte de ello, el que ahora publique este mosaico se debe a que ya no hacen especiales de 24 horas; a que ya se vuelve a ser políticamente incorrecto, aunque ello sea la política: a que los halagos, abrazos, caricias, empatías y buenos quehaceres ya no acompañan a los políticos; a que Joan nos vuelve a mirar, y a que ahora me atrevo a hablar yo...

Me siento derrotado, y me siento porque por mi cabeza se me han pasado unas ideas que, con cada noticia, con cada nueva información, con cada nuevo paseo tiemblo ante unas ramblas que ya no lo son... Espero que esto sea mentira, pero ahora solo tengo fe en dos verdades:

No creo en la generalidad...
La religión sí es paz; cualquiera de ellas, el problema está en los creyentes, aunque, por supuesto, no en todos:
Los verdaderos creyentes escriben -porque así lo creen y sienten- que "Alá es misericordioso y compasivo"; solo los inconscientes continúan este párrafo con amenazas a sus prójimos.
El imán de Ripoll ataca; el imán de Rubí abraza.
Dios es piadoso y magnánimo; algunos de sus hijos terrenales no lo son:
Los verdaderos cristianos  ponen la otra mejilla, y combaten la maldad con perdón; solo los inconscientes atacan a los inocentes, pensando que todos son de su misma condición, sin tener en cuenta que las Cruzadas las empezamos nosotros.
Buda, Yahveh, Odín, Visnú... Todos son benevolentes; pero hacer la guerra en nombre de ellos, matar a gente para imponer su moral... Eso es, como poco, repugnante.
No se puede tener islamofobia, xenofobia o lo que sea; solo se ha de tener timorfobia (miedo al terror, al terrorismo), porque el Islam nos dio Granada, y quien creó el Paraíso no puede ser destructivo.
Los terroristas no tienen religión ni nacionalidad; los asesinos ni siquiera están locos -que esa es la virtud de los poetas-... Simplemente son impresentables.


No creo en la casualidad...
En la vida -y en la muerte- existen muchos de esos azares, y yo no creo en eso: Dios propone, el hombre dispone y la Historia impone (¿os imagináis una Inglaterra con la bandera rojigualda? ¿Os imagináis unos Estados Unidos confederados? ¿Os imagináis un Reich de mil años?)...
Con ello no quiero decir que todo esté escrito, predestinado; que en todo haya un fin –aunque ello ya lo explicaré con calma en otra ocasión-: solamente, que todo tiene su lógica, su razón, sus sentidos e intereses, y mucho más en política:
Las cosas ocurren así porque así han de ser... ¿O tal vez no?
Estados Unidos sufrió el primer y -hasta ahora- único atentado hace 16 años... ¡Estados Unidos! El país que es capaz de saber cuándo se mueve una lagartija en el barrio más profundo de Camboya, o cuándo cae una cerilla en la Puerta del Sol, y no pudo, o no quiso, evitar un ataque que únicamente le llevó a modernizar su pentágono de poder, y a aumentar sus reservas de petróleo.
Por nuestra triste parte, el primer atentado que sufre la población peninsular y tiene que ser en Barcelona... Ya sabéis por dónde voy, ¿verdad? A partir de ahora, y como hasta este punto, voy a expresar lo que pienso, con el mayor de los respetos, sin tratar de focalizar un trémulo Independence Gate, ni deslegitimar la labor de los cuerpos de emergencia; simplemente decir lo que he visto y he sentido:
¿No es curioso que tuvieran datos, informaciones, sospechas y avisos, y lo único que hicieran los mossos fuera entorpecer a la jueza y desechar sus avisos?
¿No es casual que, horas antes, explotara la misión principal de destruir el máximo emblema de Barcelona, y los enormes daños fuesen algunos quioscos reparables?
No atento contra nadie, ahora bien, antes de seguir con estos asuntos, quisiera añadir una cosa:
No quiero, ¡repito que no quiero!, ver una sola lágrima por parte de los Estados... ¡Ni una sola! Solo los ciudadanos somos las víctimas de esto: es muy hipócrita poner crespones negros en las banderas de unos gobiernos que son los auténticos culpables de estas batallas:
Millones de personas desplazadas; millones de personas muertas; miles de ciudades totalmente destruidas; historias e Historias sepultadas bajo los intereses de unos poderes extranjeros a los que les da igual todo esto.
No hace falta vender armas para que se les apunte con el dedo; todo es mucho más sencillo y despreciable:
Fue en los palacios reales y en los despachos ovales donde se gestaron los atentados, cuando dividieron territorios con escuadra y cartabón, cuando saquearon países porque sí, cuando y cuando y cuando, sin importarles el dónde y los quiénes...
Porque solo somos piezas de ajedrez; porque sigue habiendo centros de reclutamiento; porque sigue derramándose sangre; porque pocas leyes hacen para tantas víctimas que arrojan…

En este sentido, ¿creéis que la Historia de los grandes despropósitos y los graves sacrificios humanos con fines dinásticos, económicos, políticos y etc., acabaron con los Habsburgo o la caída de 1991? ¿Creéis que ahora los políticos son mucho más cautos a la hora de declarar guerras? ¿Creéis, realmente creéis, que les importa mucho más la paz mundial que el control mundial?
No, compañer@s, no.
No lo creo así, porque no lo veo así:
En nuestro caso, que tenían los datos es una evidencia; no lo digo yo, lo dicen los datos, valga la repugnancia.
Ahora bien, aquí surge la duda:
Si teniendo avisos y evidencias los obviaron por incompetencia, es gravísimo...
Si teniendo la información y las sospechas las obviaron por intereses políticos –sean cuales sean-... Entonces, yo sí tengo miedo, y bastante.

Ojalá me lo desmientan; de verdad que quiero que me den pruebas de que esto es una absurda locura de un completo imbécil. Realmente no quiero hacer daño a nadie, pero si me callo mis sospechas, acabará olvidándose todo. Y si es verdad, se ocultará bajo el conformismo.
¡Claro que el terrorismo es real! Como también lo es la fortaleza de las familias; y la actuación de los cuerpos de emergencia y la solidaridad de tod@s l@s voluntari@s...
Pero sobre todo ello está la política, y para la política no hay carne ni hueso, no hay espacio o tiempo, solo datos y fines. Vale.






* El siguiente artículo fue escrito dos días después de que sucediera el atentado de La Rambla de Barcelona; a excepción de esta aclaración, no se ha corregido ni una sola de sus palabras. Lo digo por lo siguiente:
Mi objetivo era hacerlo público, tal como expreso en el mismo, cuando todo volviera a su ser, y no se hablara de los hechos; sin embargo, las revelaciones publicadas por El Periódico de Catalunya han adelantado mis propósitos, al intensificar unos recelos que, repito, confío y deseo, ojalá sean totalmente falsas.


1 comentario:

  1. Hola, Héctor. Me gustaría contactar contigo para invitarte a una reaunión sobre una revista llamada Crisis de Zaragoza que se va a extender a Teruel y me han propuesto buscar gente. Si te apetece me facilitas tu telf. móvil y te llamo un día y hablamos. Un saludo,
    Juan Villalba

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